¿Rumbo a la ve corta?: la economía cayó en febrero, pero a un ritmo inferior que las bajas previas

El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) reflejó durante el mes de febrero una nueva caída de la economía, pero a un ritmo menor que el que había exhibido en los dos meses anteriores: la baja fue de 3,2% en el cotejo interanual y 0,2% con relación a enero, ambos valores inferiores a las bajas previas de las dos mediciones.

Según el INDEC, en términos interanuales la economía había caído 4,5% en diciembre, 4% en enero y ahora, 3,2% en febrero, mientras que en la comparación intermensual desestacionalizada las cifras decrecientes fueron de 2,8%, 0,8% y 0,2%, respectivamente.

 

 

 

Para muchos analistas el ritmo decreciente no permitiría que la situación se estabilice en marzo, pero lo estiman probable para abril, con las exportaciones como motor del rebote. Los especialistas visualizan el fenómeno con el dibujo de la letra “v”, primero un trazo hacia el punto más bajo y luego una suba para salir del pozo.

Con relación a igual mes de 2023, siete sectores de actividad que conforman el EMAE registraron subas en febrero, entre los que se destacan la pesca (+31,6%) y la explotación de minas y canteras (+11,7%).

Por su parte, otros ocho sectores registraron caídas en la comparación interanual, entre los que se están la construcción (-19,1%) y la intermediación financiera (-12,1%). Junto con la industria manufacturera (-8,4%) y el comercio mayorista, minorista y reparaciones (-5,5%) aportan 3,1 puntos porcentuales a la caída interanual del estimador.

Para este año, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que realiza mes a mes el Banco Central, pronostica una caída de 3,5%, mientras que el Fondo Monetario es más optimista y acota la pérdida a 2,7%.

En declaraciones al diario “La Nación”, la responsable de práctica sectorial de la consultora Abeceb, Natacha Izquierdo consideró que “las principales caídas están relacionadas con la menor actividad en la construcción, debido a la parálisis de la obra pública como resultado de su menor financiamiento, que derivó en una pérdida de más de 55 mil puestos de trabajo, respecto de los niveles máximos alcanzados en 2023”.

Izquierdo destacó, además, que la caída del salario real y el ingreso disponible impactaron significativamente en la actividad comercial (5,5%) que, además, fue acompañado por un cambio en los patrones de conducta de los consumidores, entre quienes “se observa una reasignación de prioridades y un direccionamiento hacia segundas y terceras marcas”.