Con evacuados y sin clases, el AMBA volvió a sufrir otro furioso temporal que dejó destrozos e inundaciones

Una mujer muerta en Recoleta, un adolescente desaparecido en un arroyo de José Ingenieros, en el Conurbano, un río en la Avenida General Paz, severos daños en comercios y viviendas en Avellaneda y graves inundaciones en la ciudad La Plata que reavivaron la catástrofe de 2013, además de cancelaciones y reprogramaciones de vuelos nacionales e internacionales, fueron las consecuencias de la feroz tormenta que se desató ayer sobre la región Metropolitana.

La provincia de Buenos Aires y la CABA transitaron la jornada prácticamente bajo alerta roja por las intensas lluvias que habían comenzado durante noche anterior. La tormenta, acompañada de fuertes vientos y descargas eléctricas, azotó a varios municipios bonaerenses y barrios porteños, donde se sucedieron las mismas imágenes que la semana pasada, con calles anegadas y sectores inundados.

Mataderos, Balvanera y Palermo, donde cayeron más de 35 milímetros en forma continua, fueron los barrios más afectados de la ciudad, y donde se intensificaron las tareas de control de anegamientos y desobstrucción de pluviales. La cantidad de agua acumulada en la ciudad fue variable porque la tormenta no afectó en forma uniforme, con zonas donde se produjeron muchas lluvias y otras donde no se registraron o fueron pocos milímetros.

Los casos más dramáticos se vivieron en la ciudad de La Plata y en Avellaneda. En la capital bonaerense, inclusive se temió una repetición de lo sucedido el 2 de abril de 2013, cuando la ciudad soportó una histórica inundación tras la caída de 390 milímetros de agua en pocas horas, con un trágico saldo de al menos 89 muertos, un fantasma que se revive con cada tormenta severa.
En tanto en la ciudad de Avellaneda, el temporal incluyó ráfagas de hasta 150 kilómetros por hora, volaron techos y se cortó la luz. En el Alto Avellaneda Shopping parte de la mampostería del techo del patio de comidas se desplomó sobre los clientes y no hubo heridos

Por segunda vez en una semana, en el barrio de Piñeyro al agua ingresó a las casas y los vecinos siguieron perdiendo muebles y otros enseres. En toda la zona también volaron grandes carteles publicitarios, se cayeron árboles y se desplomó la estructura de una gomería.

La Avenida General Paz, que corre varios metros por debajo del nivel de la calle a la altura de Villa Devoto para pasar por debajo de varios puentes, recibió el agua caída más lo que desplazaban los vehículos que circulaban por las colectoras, ubicadas varios metros por encima de la calzada central. Las bocas de tormenta no dieron abasto y el tramo se inundó y quedó intransitable por varias horas, con varios metros de agua acumulada.