Presidenta de Perú denuncia que México se niega a entregarle la jefatura de la Alianza del Pacífico

La presidenta peruana, Dina Boluarte, aseguró que el Gobierno de México se niega a entregarle la jefatura pro tempore de la Alianza del Pacífico, en apoyo al encarcelado expresidente peruano Pedro Castillo, en un nuevo capítulo de tensión bilateral.

Boluarte aseguró que Perú “debió asumir en enero” la presidencia del bloque regional, actualmente en manos de México, y lamentó que ello no haya ocurrido por hasta ahora por “esta situación política”.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, “está perjudicando a los pueblos que comprenden la Alianza del Pacífico”, conformada por ambos países además de Chile y Colombia, denunció.

“Queremos decirle al presidente mexicano que un tema político es un tema político, pero un tema del desarrollo de los pueblos a través las alianzas es tan importante para el desarrollo de nuestros pueblos”, agregó Boluarte, según informó la emisora peruana RPP.

En noviembre pasado, el gobierno de López Obrador debía entregar la presidencia de la alianza al Perú en México, pero la cumbre no se celebró porque el Congreso peruano rechazó autorizar el viaje del entonces presidente Castillo.

Tras esta decisión, AMLO, como llaman al mandatario mexicano, propuso la cancelación de la cumbre.

“Vamos a proponer eso o buscar otra opción”, indicó entonces.

La destitución de Castillo, acusado de rebelión y conspiración, a principios de diciembre, cuando estaba a punto de enfrentar una votación de destitución e intentó disolver el Parlamento unicameral, puso más confusión en el tema.

Desde entonces, AMLO expresó en varias oportunidades su apoyo al expresidente Castillo, quien fue detenido cuando intentaba llegar a la embajada de México, poco después de ser reemplazado en el cargo por Boluarte.

Su esposa, Lilia Paredes, sí alcanzó la sede diplomática mexicana, cuyo gobierno le concedió a ella y sus dos hijos la condición de asilo.

Tras esta situación, el gobierno peruano declaró persona non grata y expulsó al embajador mexicano en Lima, Pablo Monroy, lo que ha generado una fricción diplomática entre los dos países.

La destitución de Castillo desató una ola de manifestaciones que exigen la renuncia de Boluarte y elecciones generales, y que dejaron medio centenar de muertos.

Castillo también ha recibido muestras de respaldo de Colombia, Argentina y Bolivia, lo que provocó en diciembre y enero que Lima llamara a consultas a sus embajadores en esos países.

Boluarte consideró que “las relaciones internacionales están nuevamente volviendo a la calma, ya nuestros embajadores en Argentina estarán retornando próximamente”, sin ofrecer mayores detalles, pero la situación con México se mantiene tensa.

 

 

 

 

 

Fuente: Télam.