La Feria del Libro abrió con fuertes críticas al Presidente y reclamos por la cultura. ¿Milei irá el 12/5?

La Feria del Libro abrió ayer formalmente las puertas de su edición 48° con un fuerte tono de confrontación contra el Gobierno, a partir de los discursos del presidente de la Fundación El Libro, Alejandro Vaccaro y de la escritora Liliana Heker que acusaron al presidente Javier Milei, en especial, de tener reparos y prejuicios ideológicos hacia el mundo de la cultura.

Vaccaro dio la bienvenida a los presentes la “gran fiesta del libro, de la cultura y de la democracia” y dijo que en la actualidad la primera se encontraba “hackeada y atravesada por el intento de desfinanciamiento”. Ante ese panorama, dijo que la Feria de este año se convertía en “un faro cultural en el medio de la oscuridad”.

En su discurso, Vaccaro consideró que las medidas económicas del Gobierno arrastraban a la mayoría de la población a “un mundo lejano, muy lejano del paraíso que imaginaba Borges” y que la industria del libro volvía a “cifras sombrías” porque vaticinó que el nivel de producción de libros de 2024 sería “paupérrimo”.

“Un ataque despiadado a todas las expresiones culturales, sin justificación económica, pero respaldado por un sesgo ideológico alarmante, no hace otra cosa que poner en guardia a los creadores esenciales que nos hacen la vida más placentera. Concurrir a la Feria este año representa un acto de rebeldía y de resistencia”, añadió.

Con respecto al Presidente, dijo que “no registra la memoria de nuestra Feria que el Gobierno Nacional haya estado ausente, sin un stand, en este evento. La excusa de que la participación del Estado nacional en la Feria (a través del Banco de la Nación) implicaba una erogación de trescientos millones de pesos no es otra cosa que una flagrante mentira”, añadió.

Y se puso luego picante con el mismísimo Presidente: “luego de despreciar nuestra Feria no se sonroja y pide participar en este espacio el próximo domingo 12 de mayo en la pista central de La Rural. Su presencia en la Feria, vidriera extraordinaria, implica una serie de erogaciones también extraordinarias, que la Fundación El Libro no puede afrontar. Se lo digo con una mano en el corazón: No hay plata”, ironizó.

 

 

Por su parte, antes de comenzar su alocución, Heker aclaró: “Soy inclusiva desde que tengo uso de razón; pero no me siento cómoda con el inclusivo. Así que cuando diga ‘todos’, quiero decir todos y todas”.

Luego se preguntó qué sentido tenía celebrar la Feria del Libro en un “país en el que día a día crece la pobreza y la indigencia, hay millares de despidos sin fundamento, la salud y la educación pública están en emergencia […] y el Estado parece ausente aun en el caso de una epidemia”.

Entonces fue cuando planteó que, en este contexto, el libro adquiere “una significación muy especial” y “me parece atinado instalarlo como un justo representante de todo lo que hoy es atacado en el campo de la cultura. Reivindicarlo, entonces, se me hace una cuestión imperiosa”, señaló.

Criticó al portavoz presidencial,. Manuel Adorni (“padece de irresponsabilidad discursiva”, dijo), resaltó que “no vamos a resignarnos al silencio”, brindó por el acceso a la educación y contó su emoción al participar el martes pasado de la marcha en defensa de las universidades públicas.