Gollan y Díaz presentaron la Guía de Implementación del Parto Respetado

Los ministerios de Salud y de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerenses presentaron hoy la resolución de entrada en vigencia de la Guía de Implementación del Parto Respetado, una herramienta de gestión para que los equipos sanitarios realicen su labor con una perspectiva de derechos, que coloque en el centro de la escena a la persona gestante, que evite intervenciones médicas innecesarias, prevenga la violencia obstétrica y haga eje en el cuidado y el acompañamiento.

La firma de la resolución que pone en vigencia la Guía tuvo lugar esta tarde en la Escuela de Gobierno “Floreal Ferrara”, donde su director, Mario Rovere, dio la bienvenida al ministro de Salud, Daniel Gollan; al viceministro, Nicolás Kreplak; a la ministra de las Mujeres, Estela Díaz, a la diputada Mariana Larroque; a la subsecretaria Técnica, Administrativa y Legal, Victoria Anadon y a la directora provincial de Equidad de Género en Salud, Sabrina Balaña.

La Guía tiene como marco normativo las leyes de Parto Respetado y la llamada “Ley de los 1.000 días” que se sancionó el año pasado. Gollan explicó que “esta herramienta es la instrumentación práctica de esas leyes, es decir, significa esa ley puesta en terreno, en un hospital, clínica o sanatorio donde se hacen partos, es la manera donde se operativiza aquello que marca la ley y sirve para que los servicios de salud implementen una cantidad de acciones”.

Incremento de cesáreas 

Gollan se manifestó preocupado por el exceso de cesáreas que se llevan a cabo en forma innecesaria en los establecimientos de salud, tanto del subsector público como privado: “En los últimos cinco años hemos subido de un 27 a un 36 por ciento la cantidad de cesáreas en hospitales públicos y en el privado llega hasta el 80 por ciento, lo cual nos lleva a trabajar muchísimo, porque una de las principales causas de parto no respetado son las cesáreas innecesarias”.

El Ministro enfatizó, también, que esta guía para los equipos de salud “coloca en el centro de la escena a la persona gestante, ya que antes el personaje central era el médico o la médica obstetra y el equipo de Salud que estaba allí trabajando. Ahora se pone en el centro a la embarazada, se tiende a favorecer la presencia de sus afectos y una serie de cuestiones que tienen que ver con cómo el equipo de salud interactúa con la persona y su familia, con los entornos físicos, que tienen que ser agradables, y con generar todas las condiciones para que un momento tan trascendental pueda ser vivido con dignidad y con la mayor plenitud posible”.

La ministra Estela Díaz, por su parte, dijo que “prácticamente todas las mujeres hemos vivido experiencias violentas y violatorias de nuestros derechos y deseos en ámbitos sanitarios, pero hoy hay una voluntad política diferente, un clima favorable para que ya no sea así, y también hay un recambio generacional en el sistema de salud que es necesario para que se revisen ciertas prácticas”. Señaló asimismo que el parto respetado, humanizados y centrado en el cuidado “es una herramienta más que contribuye a la erradicación de las violencias”, y remarcó la importancia de que las usuarias conozcan sus derechos.

En tanto, el viceministro de Salud, Nicolás Kreplak dijo que la guía invita a todo los y las trabajadores/as de la Salud a redefinir sus roles: “Con esta nueva forma de concebir el parto, al equipo de salud se nos está proponiendo la posibilidad de generar un camino distinto, que entienda lo subjetivo, que incluya una perspectiva de cuidado y esto es un cambio cultural que, sabemos, lleva su tiempo”.

La directora provincial de Equidad de Género en Salud, Sabrina Balaña, coincidió en que esta Guía “no es una acción aislada, sino que forma parte de políticas integradas que nos dan un marco para repensar nuestras prácticas”. Y destacó que la construcción de esta herramienta fue colectiva, ya que con la participación de colectivas feministas y referentes en la materia. La funcionaria concluyó que “como equipo de salud hemos sido ‘domesticados/as’ para realizar una serie de prácticas rutinarias que no siempre son necesarias. Esta guía que promueve la escucha y el acompañamiento es un instrumento de gestión que marca la presencia del Estado, sin el cual no hay parto respetado posible”.