El hartazgo por la inflación, la pobreza y la inseguridad, caldo de cultivo para la agresión a Berni

Después de la violenta agresión sufrida por el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni de parte de miembros de la UTA y de la interpretación posterior que él hizo de los hechos, en la medianoche de hoy se levantó el paro de colectivos que afectó a 80 líneas del AMBA, tras la medida de fuerza adoptada por el sindicato de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), debido al homicidio en La Matanza del chofer de la línea 620, Daniel Barrientos.

Berni sufrió una golpiza ayer por la mañana cuando concurrió, flanqueado por policías de la CABA, a una presunta convocatoria de activistas del gremio en Avda. General Paz y Ruta 3. El ministro de Axel Kicillof fue recibido allí con insultos y cánticos y agredido con golpes y pedradas durante media hora, casi un linchamiento.

Tras haber pasado buena parte del día dedicado a la evaluación de sus heridas en el hospital Churruca y de haber concurrido a la Casa de Gobierno en La Plata a una reunión que convocó el gobernador Axel Kicillof con sindicalistas de la UTA, Berni le dio un giro político a su discurso, responsabilizó a la policía porteña de haberlo llevado “detenido” cuando “estaba a punto de llegar a un acuerdo” y culpó a su par porteño Eugenio Burzaco.

En el momento que Berni era agredido, un efectivo de la CABA fue directamente a golpear en la cabeza con su escudo a un colectivero que estaba en la manifestación por el crimen de su colega. El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, dijo por la tarde que se le abrió un sumario y que se evalúan posibles sanciones contra él. También refirió que hubo ocho policías heridos.

Toda la situación de violencia se inscribe en el drama del Conurbano bonaerense, donde la droga y el delito cotidiano tienen en vilo a los vecinos, más allá de la inflación que horada sus bolsillos. La semana pasada, el INDEC marcó que es una zona del país donde hay más pobreza e indigencia (45%).

El ministro de Seguridad de Nación, Aníbal Fernández, volvió a cruzarse con Berni (“nunca me pidieron desde el Conurbano ni un solo gendarme”), mientras que el presidente Alberto Fernández y el gobernador Kicillof (quienes no hablaron del tema) suspendieran actos previstos en el GBA. Tampoco hubo declaraciones del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza.

Otras de las polémicas tuvo que ver con las cámaras en los colectivos, previstas en una Ley bonaerense de 2018 y nunca colocadas, más allá de la falta de insumos para conectarlas a una central. El kirchnerismo salió a responsabilizar a María Eugenia Vidal y desde JxC se le respondió que no se hizo nada tampoco entre 2019 y la fecha.

 

Por Hugo E. Grimaldi