La dificultad de ser DT en la Argentina: 21 entrenadores dejaron su cargo en lo que va de la Superliga

Leandro Benítez (Estudiantes), Marcelo Gómez (Godoy Cruz) y Edgardo Bauza (Central) dejaron su cargo por malos resultados y los proyectos parecen una utopía en la Argentina.

Cuando se recuperaron los torneos “largos”, muchos Clubes habían afirmado que esto iba a servir como descompresión para que los proyectos con un entrenador a la cabeza pudiesen ser más duraderos y así lograr trabajar más tranquilos. Sin embargo, como era de esperarse, nada de esto se cumplió.

En la última fecha, Eduardo Bauza fue despedido de Rosario Central a menos de tres meses de haber ganado la Copa Argentina, Marcelo Gómez también fue echado de Godoy a ¡un mes! de haber hecho su debut y Leandro Benítez renunció como DT de Estudiantes para “descomprimir”.

En lo que va de la Superliga 2018/2019 ya se han ido 21 entrenadores en 20 fechas. Es correcto, se fueron más entrenadores que jornadas disputadas. Con particularidades como la de Walter Gastón Coyette, quien fue echado a principio de torneo de San Martín de San Juan y hace 10 días lo despidieron en San Martín de Tucumán.

Los entrenadores en la Argentina son fusibles de los dirigentes. Más cuando se tratan de ídolos como lo fueron Julio Falcioni en Banfield, Pedro Troglio en Gimnasia y ‘Patón’ Bauza en Central. Los utilizan para ganar imagen y, en la primera que las cuestiones no salen como lo esperaban, los despiden.

Entonces ¿Son los entrenadores el problema? ¿Se le puede exigir resultados por sobre el plantel que tienen? ¿O que hagan jugar al equipo como quieren en menos de 3 meses? Habrá que replenatearse un montón de cuestiones. Mientras tanto, ser entrenador en la Argentina parece ser que, salvo en casos contados, es meter la cabeza en la guillotina para que la navaja caiga cuando al dirigente le conviene y, que casi siempre, sale libre de culpa y cargo.