Sergio Latorre, el relato en primera persona de la crueldad en el fútbol

El padre del jugador Aldosivi que se quitó la vida tras quedar libre, Sergio Latorre, dialogó con Rafael Crocinelli y Mariano Gaik en “La ciudad que late” para compartir la situación que están atravesando su familia y aclarar el trágico desenlace que acabo con la vida del juvenil.

La familia Latorre es oriunda de Ingeniero Huergo, un pueblo de alrededor de 8 mil habitantes ubicado en la provincia de Río Negro. Leandro se inició allí en la práctica del fútbol, al igual que muchos otros jóvenes que crecieron con él. Al respecto, Sergio nos cuenta: “Leandro con 12 años se va a Atlético Regina. Con 13 años lo llaman de Huracán, Lanús y River, pero ya tenía una propuesta firme de Aldosivi. Lo vimos con menor competencia, conocimos a la gente que estaba en el club y nos sedujo un poco más, ya que River no le daba pensión. Aldosivi le ofreció todo, lo llevamos y se quedó en Mar del Plata”.

El club que le brindó todas las comodidades para que abandonara su ciudad natal fue el mismo que comenzó a disgustarle a Leandro. “Cuando ingresa (Fabio) Radaelli en las juveniles del club empezamos a notar cierto malestar en Leandro, siempre con la idea de que cuando no lo soporte más se vuelva al pueblo. Yo lo que quería era que disfrute, no que juegue al fútbol, ni siquiera sé cómo se juega o para un equipo”, contextualizó Sergio en Eco Medios.

Sobre el coordinador de las juveniles de Aldosivi, de aquel momento, Fabio Radaelli, expresó: “Me comuniqué con él porque no me parecía bien la forma en que se lo habían informado, porque era un niño. Siempre le recalqué al club que no me importaba que juegue, sino que estudie. De repente lo dejan en la calle”, y reflexionó: “Radaelli nunca me atendió, sólo hablamos por mensaje de texto. Él decía que, en algún momento, le había tenido que decir a su hijo que no iba a poder jugar en Racing. Yo lo entiendo como coordinador, pero él se lo dijo a su hijo, y a nosotros nos hubiera gustado estar atrás de la puerta para contener a Leandro tras recibir la noticia de que quedaba libre. No quiero que lo dejen sin trabajo o saquen del club, pero sí que pierda el contacto con los chicos”.

En tal sentido, recordó en la AM 1220: “El día que pasa lo que pasa, levanto con toda bronca el diario de la zona, y se la mando a Radaelli con un mensaje. ´Que la conciencia te juzgue´. Hay cosas que se hablan entre padres, los niños tienen un sueño”.

“Cuando Leandro vuelve en diciembre nos cuenta varios maltratos que recibió. El día que lo dejan libre de pensión, que fue un viernes, al otro día sus compañeros jugaron un partido y él fue alentar a la tribuna. En el entretiempo iban perdiendo 1-0, baja para ir al vestuario, y se encuentra a Radaelli que les dice a los jugadores: ´Si no se rompen el culo van a terminar como Leandro, sin pensión y libres del club´. Me entero de esto a fin de año, sino Leandro no volvía a Aldosivi“, describió Sergio con tristeza, bronca y amargura.

Por último, reconoció el rol que tuvo Aldosivi en todo esto y analizó el lugar de las dirigencias deportivas en el país: “El club también tiene culpa. Me mandaron un mensaje a través de la secretaria para pedirme un permiso y hacer públicas las condolencias. Viste cuando te sentís manoseado? Cómo me van a pedir permiso para algo así? Los directivos no están sólo para sentarse en una mesa y firmar papeles, sino para dirigirse a las personas también. Al día de hoy, no tuve eco del club de nada, tampoco lo quiero, ni me sirve”.