Julio María Sanguinetti: “Si me preguntan, no digo que soy ni político, ni ex Presidente, soy periodista”.

El ex mandatario del Uruguay, Julio María Sanguinetti, dialogó con Eco Medios en el programa “Voces y memorias” sobre lo que fue el proceso de la salida de la dictadura, su amor por el periodismo y algunas particularidades más de la política

  •  ¿Cómo se recuperó la democracia en Uruguay?
  • “La dictadura, inspirada en el éxito que acababa de tener Pinochet hizo una propuesta constitucional e intentó dialogar con los partidos políticos, pero la rechazamos porque suponía, de algún modo, convalidar una presencia militar que no era legítima. Mediante un plebiscito propusieron que se aprobara la reforma constitucional, pensando que iban a ganar como había pasado en Chile. Era un buen momento económico, pero ahí estuvo la sorpresa, desde el silencio de la oposición, ganó el no”.

Al frente del partido Colorado tuvo gran participación en lo que fue la vuelta del sistema democrático en el Uruguay, algo que según el explica, comenzó en el 80´ y continuó con negociaciones hasta que finalmente en 1984 se dieron las elecciones que lo llevaron a ser Presidente por primera vez. “Me tocó a mí presidir la transición a la democracia, logramos al objetivo que era vivir 5 años en paz y entregar en paz y libertad. También hubo una madurez en el sistema político que nos permitió transitar este retorno”, señala con orgullo.

  • ¿Tuvo complicaciones durante su mandato? ¿Hubo algún riesgo de que vuelvan los militares?
  • Sentíamos una efervescencia debajo nuestro, había el riesgo de un eventual desacato de que los militares no acataran los juzgamientos pero tuve fe siempre en que íbamos a salir a flote. Nunca pensé que no terminaría mi gobierno porque siempre tuve fe de que los pasos que estábamos dando eran fuertes y eran claros.

Dentro de su carrera política tuvo una particular relación con Fidel Castro, ya que sus posiciones eran totalmente opuestas pero con mucho respeto podían juntarse a dialogar y se encontraron varias veces. “Una vez me dijo: “tú eres mi conservador predilecto” ¿Yo conservador? ¿Y tú que conservaste el poder medio siglo, que eres? Hay cosas increíbles de ese tipo”.

Por otro lado, explicó como son los partidos en el país vecino, al decir que: “El Partido Colorado es el partido constructor del Uruguay, el que tuvo mayores responsabilidades de gobierno, naturalmente en una dialéctica con el Partido Nacional que nace con la independencia y representa el nacionalismo conservador, mientras que el Colorado, el liberalismo clásico”. Y agregó: “El Partido Colorado es el constructor del estado profundamente reformado. Me atrajo la vocación constructiva, el espíritu liberal a la vez asociado a un espíritu de lo social”.

  • ¿Cómo se lleva con la religión?
  • “Soy un cultor de esta cualidad republicana del Uruguay, creo que es una de las cosas más esenciales de nuestra democracia, más positivas y más exitosas. El republicanismo y la laicidad de nuestro estado solo se comparan con Francia. Somos los únicos de occidente con esa clara definición absolutamente neutral. Además hay un nuevo clericalismo en América Latina que son las iglesias evangelistas con una presencia e influencia muy fuerte, en Brasil fueron muy importantes en la elección de Bolsonaro”.

Tuvo y tiene una larga carrera como periodista, ya que participó en diversos medios de su país, además de tener columnas en “El Pais” de Madrid y en nuestro diario “La Nación”. A pesar de todo el camino recorrido, sigue eligiendo esta, como su actividad principal.

  • Hace poco tiempo, en un entrevista, le preguntaron ¿Cómo se definiría? Y contesto “periodista”. ¿Por qué se define así con todos los logros que tiene?
  • Es que es mi profesión. Cuando me ponen un formulario en un hotel o en un aeropuerto, pongo periodista, ni político, ni ex presidente. Abracé al periodismo a los 17 años y nunca me abandone porque siempre seguí escribiendo, aun cuando estaba en la presidencia. No escribía en medios nacionales, pero si en los generales. Lo que extraño son las redacciones, entro en una y enseguida me sacude la adrenalina, aunque ahora son mas silenciosas. Las nuestras eran el ruido de las maquinas, más griterío, más todo.