Independiente le ganó a Vélez en el arranque de la Copa de la Superliga

Lucas Pusineri apostó otra vez por un equipo con varios juveniles. Silvio Romero anotó de penal el gol del triunfo.

Independiente tuvo movilidad, dinámica para el desmarque y rotación de posiciones en ataque. En ningún momento le brindó referencias a los defensores de Vélez. El equipo de Avellaneda tuvo más vértigo que pausa. Aprovechó la velocidad y el cambio de ritmo de sus futbolistas de características ofensivas. Supo sacarle rédito a la naturaleza de sus jugadores.

Los laterales, Fabricio Bustos y Juan Sánchez Miño, se lucieron más a la hora de atacar que de defender, lo que delata que fue el Rojo el que impuso condiciones durante una mayor cantidad de minutos. Ambos fueron punzantes, le dieron amplitud a Independiente en los metros finales y por momentos se corrieron hacia el centro para aparecer por sorpresa. El penal que Hoyos le cometió a Bustos y que luego capitalizó Silvio Romero es una muestra cabal de esa estrategia.

Independiente comenzó la Copa Superliga con el pie derecho. Los pibes rindieron y aprobaron otro examen. Vélez generó situaciones, pero le faltó fuerza y convicción para empujar en el tramo final del partido. Tuvo más la pelota en campo propio que en las proximidades del área rival.