Diego Schwartzman sigue imparable y se instaló en 4tos del US Open

El ‘Peque’ venció a Lucas Pouille 7-6; 7-5; 2-6 y 6-2 y se metió por primera vez en los cuartos de final de un Grand Slam. Ahora enfrentará el martes al español Pablo Carreño Busta. 

La locura de Diego Schwartzman en el US Open sigue en su senda triunfal y hoy sumó un nuevo capítulo. El ‘Peque’ jugó un gran partido, inclusive superando molestias físicas, se cargó al número 16 del mundo y su sueño de seguir avanzando está intacto, ya que en cuartos de final espera Pablo Carreño Busta.

El primer set fue muy parejo, pero Schwartzman siempre se mostró muy sólido y agresivo. Con un quiebre por lado se llegó a un tiebreak en el que el ‘Peque’ se mostró sumamente sólido y se lo terminó llevando 7-6.

En la segunda manga, Diego logró soltarse un poco más y pudo mostrarse ya dominador del juego. Con un juego sólido, ‘Peque’ se puso 6-5 y salió con todo a cerrar la segunda manga, cosa que logró con un tremendo passing a la carrera de drive para ponerse 2-0.

Sin embargo, en el tercer parcial llegó la complicación. Al argentino le tiró el aductor, tuvo un set en el que se movió muy poco y el francés aprovechó para tomarlo 6-2. Ya con la atención del trainer y la pierna un poco más aflojada, Schwartzman jugó de manera muy inteligente, buscando puntos más cortos y jugando constantemente al revés de Pouille.

Tras levantar dos break point en el 2-2, Diego rescató su saque y tuvo una inyección anímica fundamental. A partir de ahí presionó sobre el saque de su rival, que cometió muchos errores no forzados y logró romperlo para quedar 3-2. La confirmación del quiebre fue también una confirmación de que Pouille estaba con muchas dudas y eso fue aprovechado por el argentino, que consiguió otro quiebre y cerró el partido 6-2.

Esta es la primera vez que Schwartzman está en cuartos de final de un Grand Slam y enfrentará ahora a Pablo Carreño Busta, quien está en un gran nivel, pero no es ningún cuco. Ahora será momento del descanso y de recuperar la pierna de la mejor manera para lo que será sin dudas, el partido de su vida.