Abel Posse: “Soy un sarmientino rabioso”.

El diplomático y escritor dialogó en “Voces y memorias” por Eco Medios en una rica charla sobre educación y su pasión por la literatura.

Abel Posse, explicó en Eco Medios la diferencia que tienen escritores con periodistas en cuanto a afinidades ideológicas. “Los escritores no se pueden afiliar a nada, son ellos mismos, la diferencia con el periodista es que el periodista se va formando dependiendo siempre de una opinión”.

Comenta que su manera de vivir se vio limitada a su trabajo, ya que “siempre viví en solitario, porque tenía una profesión que me pedía mucho, la función pública. La profesión de diplomático tiene límites y yo salté muchos. Soy un diplomático de carrera, me inicié con Illia y vivía de eso. No comprendí jamás que la diplomacia dependía del que gobernara, me parece que es como ser juez, depende de su posición”.

  • ¿Qué es la educación para usted y por qué dejo el cargo de Ministro tan rápidamente en 2009?
  • Soy un sarmientino rabioso, creo que en la Argentina no hubo otra cosa importante que la educación, que nos distingue mundialmente. El país de la gente inteligente e interesante en el mundo latinoamericano, pero a pesar de eso renuncié como ministro de Educación a los 10 días porque comprendí que había elementos que me iban impedir hacer lo que quería, que era un retorno a la estructura sindicalista, que no extraña a los profesores.

Luego de ejercer su profesión durante muchos años, eligió continuar por otro camino pero sin desligarse de lo que es: “Tengo una carrera, llevo 50 años de diplomático, me jubilé en 2004 a los 71 años e inmediatamente continué con mi vida literaria que ya estaba muy hecha en ese momento”.

Además, su pasión por el arte escrito no solo es de ahora sino que viene de toda su vida. “Me dio grandes satisfacciones de muy joven la literatura. Tuve suerte, a mi padre le gustaba leer, los libros que leí son los que tenía en la casa”. A esto le suma que: “Me inicié como un escritor de Buenos Aires, o sea tipo Sábato, el cual fui amigo siempre y enemigo a veces porque era insoportable”.

En cuanto a sus orientaciones en esta expresión, cuenta que “la grandeza está en ese riesgo de buscar lo interesante, difícil, exótico y, al mismo tiempo, no quedarse en la superficialidad. La novela es un camino muy lindo para hacer, una vez que nace en mí, empiezo a escribir. Por ejemplo, un arranque de la novela empieza la lucha conmigo mismo, no irme de ella”.

Pero esta no es la única forma que le llama la atención. “Tuve un sentido de lo literario muy respetuoso, me interesó la literatura grande y sobre todo a través de la poesía, la cual me di cuenta que con pocas cosas llega al alma de una persona”. Pero aclara que: “Nunca me permití ser poeta abiertamente”.