Un kiosco “inteligente” evitó un robo en Hurlingham

Un ladrón intentó robar un kiosco inteligente y terminó escapando con las manos vacías cuando se activó el sistema de seguridad del lugar.

El hombre entró al kiosco, adonde se paga y se recibe la mercadería a través de un buzón, simulando ser un cliente. Fue hasta la pantalla del Pago Fácil, pero la empleada le advirtió que no había sistema. El ladrón pensó que se trataba de un negocio tradicional, entró armado al local, abrió la ventanilla donde se suponía que estaba la empleada y se llevó una gran sorpresa: detrás del “mostrador” había una cavidad cerrada, y, durante el tiempo que perdió fingiendo ser un cliente, los trabajadores que estaban en otro lugar físico advirtieron su actitud sospechosa y activaron el cierre del portón del negocio.

Al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, el delincuente debió salir corriendo y se salvó de milagro de no quedar atrapado dentro del local. La insólita escena ocurrió el lunes pasado, a las siete de la tarde, en el negocio de la avenida General Roca al 1200, entre Crucero General Belgrano e Isabel la Católica, en la localidad bonaerense de Hurlingham.

Sergio Daniel Iribarren, el dueño del negocio, relató: “El delincuente se hizo pasar por un cliente, utilizó la pantalla táctil del local y solicitó la opción de pagar facturas. De inmediato, la cara de una empleada apareció en esa pantalla y la chica le comunicó al ladrón que estábamos sin servicio en ese momento. El hombre pensó que esa trabajadora estaba dentro de ese negocio y empezó a buscarla por todos lados. Lo que no sabía es que nos manejamos vía streaming y que la empleada estaba a unas 10 cuadras del lugar”.

“El ladrón, luego de observar hacia todas las direcciones del negocio, notó la presencia de un buzón. Él creyó que si lo abría se iba a encontrar con la chica o con el cajero que sí trabaja allí. Por lo tanto, se animó a correr la ventanilla e introdujo su arma. Sin embargo, ésto también estaba pensado y tampoco resultó exitoso”, agregó.

“Este buzón es común en varios negocios. El cliente puede abrir la ventanilla para colocar el dinero y, una vez depositado, el empleado opta por desbloquear la puerta de seguridad para tomar el efectivo y dejar el producto seleccionado previamente a través de la pantalla táctil”, aclaró.