Thelma Biral: “A mis alumnos me gusta transmitirles que trabajen con la buena palabra”

La multifacetica actriz, que participó de diversas novelas, obras de teatro y hasta llegó a hacer cine, habló con “Voces y memorias” en el aire de Eco Medios AM 1220 sobre sus experiencias personales en los medios y su relación actual con la profesión.

Thelma Biral, con tanta trayectoria encima, entiende las diferencias entre los distintos medios en los que supo trabajar. “El teatro no es lo mismo que la televisión, no sé si es más fácil o difícil pero es otro camino, otro tiempo, otras cosas y necesidades actorales. La televisión me gusta mucho, tuve que aprender a hacerla”. Y agregó: “El teatro es más solitario quizás para el actor, una tiene a sus compañeros, a su director, a su autor, a sus personajes, pero llega un momento en que se encuentra sola”.

“Un actor puede tener un rostro maravilloso, expresiones maravillosas, pero con eso solo el teatro no lo hacés, porque necesita lo corporal, hablar, proyectar, vocalizar”. Explicaba sobre las herramientas que necesita en si un actor teatral y también comentaba que: “Soy de la época en que no usábamos micrófono y siempre he estado en contra de utilizarlo, pero ahora me doy cuenta de que es necesario”

  • ¿Qué sentís hoy cuando tenés que salir a escena con tantos años de carrera?
  • Al salir a escena me ataca un miedito, siempre fue así, pasa que hay actores que lo expresan de diferentes maneras. Para mí los nervios y el miedo del escenario es antes de la obra, todo el día estoy pensando en cómo va a salir la noche pero una vez que piso, se me va.

La reconocida actriz relataba que todavía por temor no pudo ser directora de profesionales pero si de chicos que quieren serlo y contaba lo que vive con ellos. “A mis alumnos me gusta transmitirles mi experiencia y que trabajen con la buena palabra. Ellos vienen y quieren improvisar, yo les digo que sí pero desde la buena palabra, situaciones lógicas y de buen decir”. A lo que sumaba: “Me parece muy interesante trabajar con la palabra en los cursos, no hacer lo que se hace en la calle, si no con esa misma naturalidad, pero con el click del teatro”.

  • ¿Cómo era la relación con tus padres? ¿Tu padre quería otro tipo de carrera para vos?
  • No sé si mi papá quería que fuera universitaria pero no sé si estaba tan preparado como para que trabaje en el teatro, mi mamá, mi papá era un tipo veneciano, muy sensible. Los Biral somos todos llorones, papá lloraba y se le caían las lágrimas por cualquier cosa y la parte artística no sé si la heredé exactamente de mi mamá pero ella tocaba el violín por ejemplo.
  • ¿Por qué para vos fue un shock volver a Buenos Aires?
  • Fue como un exilio para mí venir a Buenos Aires porque vivía con mis padres, iba a la escuela dramática, era la promesa de teatro del Uruguay, no como acá. Allá si una no hacia el personaje porque estaba enferma, lo tenía que hacer yo. Acá hay docenas de actrices que pueden hacer lo que uno hace, mucha gente talentosa y cuando llegué para mí fue otro mundo.

Además de la competencia debido a la gran cantidad de personas también había otras cosas que la impactaron. “Cuando vine acá me encontré con esto de que es este país que está lleno de ilustres, de actores, de autores, de teatros y fue duro el ubicarme. Recuerdo que me arrinconaba en un rinconcito del escenario del teatro San Martín. Soy muy tímida, aunque no parezca y me daba mucho pudor estar ahí”.

Sobre lo que conlleva para una actriz, poner en escena un personaje, decía que: “Cuando estoy preparando un papel estoy muy loquita, más introvertida, pensado más que nada en el personaje, en lo que tengo que hacer, estudiando el texto y muy afuera de todo lo cotidiano pero una vez que estreno y que deglutí al personaje, que lo incorporé y le creé la historia, me siento más en la Tierra, más normal”.