Premonitorio, el FMI advirtió que la inflación “puede alimentar el descontento social”

Después de las gestiones de Sergio Massa en los Estados Unidos para obtener un alivio en el frente externo, a través un Informe que elaboró el grupo de trabajo que hace el seguimiento de la Argentina como base de la decisión del Directorio, el Fondo Monetario confirmó ayer que aceptó reducir las exigencias a fin de año sobre la acumulación de Reservas (no hay precisiones aún sobre las metas trimestrales), pero hizo una dura advertencia sobre la alta inflación, mantuvo el nivel de ajuste fiscal comprometido (-1,9% del PIB) y exigió más medidas.

El Directorio Ejecutivo del organismo publicó el llamado “staff report”, un informe extenso que en general se difunde tras la aprobación de la revisión de metas, algo que ocurrió el viernes pasado junto con el desembolso de U$S 5.400 millones. “Los riesgos del programa ahora son más elevados debido al contexto económico menos favorable y los crecientes desafíos de implementación de políticas”, dijo el Informe.

“El costo fiscal de la nueva moratoria de pensiones debe mitigarse a través de regulaciones estrictas para apuntar la entrada solo a aquellos con mayor necesidad”, dijo el Fondo, por lo cual la ANSeS está trabajando en una reglamentación que baje los 800 mil teóricos beneficiarios, pese a las manifestaciones de La Cámpora de ver al FMI como un bastión del coloniamismo.

En cuanto a las Reservas, no fueron los U$S 2 mil millones que había dejado trascender Economía, sino que “los objetivos de reservas netas para 2023 se revisaron a la baja en US$ 1.800 millones”, mientras que advirtió que “los riesgos son más elevados por el contexto económico menos favorable y desafíos de aplicación de políticas”.

Ayer, en la primera jornada hábil del mes, el BCRA vendió U$S 259 millones y en el año ya sacrificó Reservas por U$S 3.217 millones. El ministro Sergio Massa espera anunciar para mañana un dólar especial para la soja probablemente de $300 por 30 días y algo similar para las economías regionales, pero por 90 días, sujeto al compromiso de las empresas de no replicar los precios en el mercado interno.

El principal problema de Economía es ver cómo compensar el bache fiscal que se le abre entre las cotizaciones especiales y las de importación, por lo que se espera algún tipo de medidas sobre todo referidas a Turismo y/o Servicios.

El Fondo planteó también que “es posible que se requiera un endurecimiento adicional de las políticas y ajustes de políticas cambiarias”, sobre todo en relación a la sequía. “Como tal, el cumplimiento de los objetivos trimestrales requerirá importantes esfuerzos de política, incluso en el frente cambiario”, señaló el informe.

La mira del organismo está puesta también en los subsidios energéticos y en la suba de tarifas, así como en los planes sociales, todo en un contexto de menor recaudación.

El FMI alertó especialmente por la aceleración de la inflación, que en marzo superaría el 7% mensual, según cálculos privados: “Los riesgos de implementación del programa siguen siendo muy elevados dada la compleja situación económica, social y política interna. Una inflación más alta y un crecimiento mucho más bajo podrían alimentar el descontento social y socavar el apoyo al programa, particularmente dado el ciclo electoral”.

 

Por Hugo E. Grimaldi