Mirtha Legrand volvió a la TV

Tras 9 meses de permanecer ausente en la conducción de sus tradicionales programas, a raíz de la propagación del coronavirus, y habiendo estado exactamente 220 días “encerrada en su casa” con la sensación de estar en una cárcel, Mirtha Legrand volvió a La Noche de Mirtha como invitada de su nieta Juana Viale, quien se hizo cargo de la conducción, y el rating la acompañó de principio a fin.

Su ingreso al estudio se dio con 10 puntos de rating, pero a medida que la charla entre Juana y Mirtha se fue sucediendo, la cantidad de televidentes fue creciendo y los números trepar a poco más de 12, según los datos de Kantar Ibope.

¿Por qué es tan importante la vuelta de Mirtha a la TV?

Por qué es la única conductora de televisión que a los 93 años sigue activa, y mantiene una continuidad de más de medio siglo con el mismo formato, sus almuerzos televisados de los domingos.

Durante la distendida conversación con Juana, “la Chiqui” contó: “Yo estuve 220 días sin salir de mi casa. Me sentía como presa. Me ponía detrás del vidrio que tengo y miraba a la gente y contaba los autos”.

 Admitió que al principio era todo muy placentero, porque se quedaba en su casa y tenía tiempo para ver televisión, leer y comer; “después estuve insoportable. Quería salir, pero por protocolo no debía. Yo estoy en zona de riesgo, acá me han hecho una burbuja y está todo esterilizado”.

“La Chiqui” Legrand también se animó a abrir su corazón. Lamentó no haber podido despedir a su melleiza “Goldi”, y reveló que hay noches en las que se despierta con la almohada mojada, por el llanto. “La extraño. Era mi otra mitad, nacimos juntas, pasamos la vida juntas”, dijo con la voz entrecortada.

Ademas a la Mesa se sumo su hija Marcela Tinayre y en el brindis final Ámbar de Benedictis, hija mayor de Juana y bisnieta de Chiquita.