Mauricio Pineda, del “runrún” de Buenos Aires a la tranquilidad de Santo Tomé

El ex futbolista de Boca Jrs, Huracán y el seleccionado argentino, Mauricio Pineda, dialogó junto a Rafael Crocinelli, sobre su trayectoria deportiva, anécdotas que le dejó el fútbol y su actual vida en Santo Tomé, en “Palabra autorizada”.

“Jugué desde los 12 hasta los 15 en el fútbol de salón de Boca Jrs, era hincha de chiquito. Hasta que me fui a probar a Huracán. Nunca tuve la idea de jugar en la Bombonera y a partir de los 17 años empecé a tomármelo en serio. Yo jugaba por amor al deporte y no por una carrera futura”. En ese sentido, contó que debió abandonar sus estudios universitarios- estaba haciendo la carrera de administración de empresas- debido a su carrera como jugador.

Respecto a las diferencias entre su infancia en Capital Federal y la actualidad en Corrientes, comparó: “Antes jugábamos en la vereda y en las plazas al fútbol. Hoy no se permite eso, obvio que eso cambió. Ese potrero se perdió en Buenos Aires. El argentino sigue teniendo esa magia diferente al europeo, por eso lo siguen buscando”.

En el partido entre Inter- Udinese de 1999, Pineda tuvo que suplantar al arquero de su equipo, Turci, que salió expulsado por una infracción afuera del área. Sobre aquel atípico momento, recordó: “Me encantaba ser arquero pero medía 1,72 y no iba a llegar a serlo. Me hizo un gol Ronaldo, pero si lo hubiese atajado no se lo hubiese podido mostrar nunca a mi hijo. Es una anécdota graciosa. Después de esa jugada el San Siro, todos los hinchas del Inter, me ovacionaron”.

“El fútbol en España o Italia se vive mucho más presente que en Argentina, no digo que sean más pasionales sino que acá no necesitamos el fútbol para juntarnos. El hecho de juntarse y disfrutar un asado o cerveza es lo mismo, tenemos esa cuestión familiera que allá no existe”, contó acerca de la manera en que se vive el fútbol en el viejo continente.

Al momento de analizar a las dos figuras históricas del seleccionado argentino, Diego Maradona y Lionel Messi, expresó: “La semblanza de Maradona es inigualable, te contagia. A cualquiera que está muerto lo levanta y hace jugar. A Messi lo veo como un dios, no es normal lo que hace todos los domingos, hace más de diez años que viene siendo fabuloso”, y agregó: “En Corrientes aprendí a tomar mate. Y cuando jugaba el Barcelona me armaba el mate y era como ir al cine”.

En torno al rendimiento del seleccionado argentino, reflexionó: “En 1998 éramos casi todos jóvenes, todos de 24 años máximo y había cuatro o cinco referentes. Argentina ha perdido ese nivel de jugadores. Toda la vida vamos a tener buenos jugadores pero no está el nivel de otras selecciones. Antes, estaba lleno. Cuando Argentina era potencia tenías: Ayala, figura del Milán campeón; Zanetti, figura del Inter y capitán; Sensini figura del Parma; Chamort y Almeyda de la Lazio; Simeone del Atlético Madrid; Ortega de la Sampdoria; López de Valencia; Batistuta de la Fiorentina. Hemos perdido esa calidad”.

Por último, relacionado a su actual trabajo en el campo, al momento de elegir a un animal que lo identifique, señaló: “El caballo, es fiel, te cuida, si te caes no te va a pisar, si me enojo te puedo tirar, va derecho, vuelve a la casa siempre”.