Asumió en la metalúrgica familiar de la que es socia, la mudó al Parque Industrial Río Tercero y asumió la presidencia de AFAMAC, todo en dos años.

Conexión Parques Radio la eligió como la entrevistada central del programa del jueves pasado por EcoMedios AM1220, y será posteada como portada en la cuenta de Instagram y en el resto de las redes sociales.

La conductora Lía Ghelfi enfocó las preguntas a la experiencia de género que desarrolla en los múltiples compromisos de liderazgo empresario que la posicionaron como dirigente y referente de la industria cordobesa.

Así, Mengo explicó cómo se fue abriendo camino desde que se incorporó hace poco más de 20 años en la firma fundada por su padre, Segundo, 50 años atrás, cuya conducción comparte con sus hermanos Rosela y Matías.

Había hecho previamente su currículum profesional trabajando con terceros y la crisis del 2001 la empujó al redil. De modo que se integró al staff familiar. Confiesa que no le fue fácil adaptarse porque la tomaban como una inexperta en el desenvolvimiento de la empresa.

Cuando habló de las oportunidades que tienen las mujeres de ocupar altos puestos, antes reservados a los hombres, reflexionó que “por ahí, tenemos un multitasking incorporado que no nos ayuda mucho, como el rol de madre, porque, capaz, la formación la tenemos pero nos da un poco de culpa abandonarlo para dedicarnos a otras cosas”.

Cree que las mujeres es posible que “piensen que es difícil de participar o que no van a tener espacio”, pero exhortó a “no pedir tanto permiso para ocupar un espacio. Hay que ir y hacerlo. En una de esas, también las mujeres pensamos que no podemos equivocarnos, pero todos nos podemos equivocar”, agregó.

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Su caso no fue ese precisamente. Primero se abrió paso en el sector agroindustrial desde la propia empresa familiar y hace un año y algunos meses asumió en la Asociación de Fabricantes  de Maquinaria Agrícola y Agro Componentes de la Provincia de Córdoba (AFAMAC).

Diciembre 2020: se convierte en la primera mujer que preside la AFAMAC.

“La mayoría de las empresas en el rubro son ex empleados de otras marcas, que, hace 50 años o menos decidieron lanzarse solos. Muchos empezaron con un taller en sus propias casas, y allí fueron descubriendo por dónde viene el negocio. Hoy son marcas propias que han crecido un montón”, describió.

De su gestión en la cámara destaca una licitación estratégica que se realiza cada año con toda la comisión directiva y los asociados y, más allá de aquellos objetivos, identifica como suyo propio “una visión más bien de formación educativa. Mi objetivo es poder recuperar el amor por el oficio”, señala.

Está convencida de que “toda aquella persona que pueda formarse en algún oficio en particular tiene mucho para aportar a la industria”.

Subraya que “en el interior del país, al nivel nacional, tenemos muchísimas escuelas técnicas que estamos desaprovechando” e insta a “elaborar un proyecto que nos incluya a todos, federalizar la formación en oficios y generar trabajo genuino”.

Pone de relieve que actualmente “las empresas que estamos en la provincia de Córdoba afrontamos un déficit en recursos humanos muy alto. Hay un montón de programas que nacieron, que te dan la posibilidad de equiparse con la mejor tecnología, con los que: calificando en un año o dos, tenés todas las herramientas que querés en tu fábrica. Ahora bien, los recursos humanos no lo formás en un año. Son proyectos a largo plazo”, pontifica.

Según su interpretación, “el oficio ha sido dejado de lado porque le han ganado otros tipos de entusiasmos que tienen los jóvenes con carreras más cortas, orientadas al diseño u otras cosas que ofrecen los institutos terciarios. También los secundarios técnicos han abandonado un poco su pasión por la formación”.

Exhorta a “volver a reconciliarnos con la palabra oficio; que no es una mala palabra. Tener un oficio no significa que alguien te va a explotar para beneficio propio. Es una manera muy noble de tener un trabajo que es genuino, cuando no tenés la posibilidad de ser ingeniero. La mano de obra calificada es el futuro”, enfatiza.

Pone como ejemplo que en Río Tercero muchas secundarias técnicas han tenido sus canteras, por lo que habría que invitar a los jóvenes a que se acerquen

“Una industria hoy, que tiene equipos láser, con tecnología, se maneja todo en forma digital. Ya no se necesita la fuerza bruta para trabajar en el sector, porque hay un montón de herramientas que te acercan. Muchas chicas podrían trabajar en esto, lo cual nos enorgullecería. Falta bajar esta información a los jóvenes”, se entusiasma y acentúa su tonada cordobesa .

Luciana Mengo está persuadida de que “ningún otro rubro invita a andar por el interior como lo hace el sector agroindustrial”.

Lo recorre y ahora hasta amplió fronteras. Acaba de integrar una delegación de su provincia, presidida por el gobernador Juan Schiaretti, que estuvo en el País Vasco: en los centros tecnológicos, fundaciones que fomentan la CyT, clústers de tecnología, como GAIA y el Basque Food, así como empresas de base tecnológica y en la Cámara de Bilbao.

Schiaretti y la presencia de género en la delegación, incluida Luciana Mengo.

Fue una agenda de benchmarking de casos de éxito a nivel mundial. Visitaron el Parque Tecnológico de Bizkaia, en Zamudio, a 14 kilómetros de la ciudad de Bilbao, que reúne a 282 empresas de sectores relacionados con la tecnología e innovación como la aeronáutica, automoción, electrónica, energía, medio ambiente, ingeniería, medicina, biociencias y tecnologías de la información, entre otros.

El País Vasco se reinventó hace 40 años, lo cual es re poco, teniendo encima en cuenta la antigüedad de los otros países europeos. Desarrolló el sistema y la metodología de trabajo a través de la clusterización de empresas y con el cooperativismo. Vinimos a conocer de qué se trataba esto y estamos realmente sorprendidos. Muchas cosas se pueden replicar en Córdoba”, comentó Luciana.

Recordó que Córdoba empezó hace 20 años  con el sistema de clusterización en ciencia y tecnología, que se fue trasladando a otros sectores como gas, petróleo y minería.

“Somos una provincia que está insertada en un país que tiene una política federal, de gestión regional. En cambio, el País Vasco es autónomo, independiente de España”, diferenció.

Pero especificó en consecuencia que “sí, a nivel regional, se pueden hacer un montón de cosas para lograr que las empresas, más allá de la competencia entre nosotros, podamos fortalecernos y volvernos más competitivas”.

En tal sentido, dijo que “venimos trabajando desde hace mucho con grupos de exportación. Y si bien competimos entre nosotros, nos juntamos para hacer inteligencia comercial y poder abrir nuevos mercados”.

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Texto de la entrevista completa

El diálogo que Luciana Mengo, socia de Silos Mengo y presidenta de AFAMAC, mantuvo con Conexión Parques fue el siguiente:

CP: -¿Cuándo nace Silos Mengo y a qué se dedica?

Luciana Mengo: -Somos una metalúrgica radicada en la ciudad de Río Tercero. Nos hemos mudado al Parque Industrial hace muy poco, porque, como muchas industrias, quedamos ubicadas en una zona muy urbana. Logramos instalarnos en el Parque Industrial de Río Tercero, trabajando con una nave e instalaciones completamente nuevas. Estamos atravesando la segunda generación como marca. Fue fundada en 1973 por mis padres, cumpliendo 50 años este año, celebrándolo este septiembre. Junto con todo esto, soy la primera mujer presidenta de la AFAMAC fabricantes de maquinaria agrícola, llevando adelante esa representación. Es una hermosa asociación la verdad.

CP: -¿Cómo fue que te incorporaste en Silos Mengo?

Luciana Mengo: -Jamás quise trabajar en Silos Mengo. No era mi idea. Yo trabajaba para una empresa privada, estudié y me capacité en Recursos Humanos. Para resumirte, haber visto sufrir a mi padre todos los combates, guerras y batallas que tiene este país, tan inestable respecto de la industria; haberlo visto padecer las diferencias de realidades coyunturales relacionadas con su empresa, me hizo ver que yo no quería esa vida. Mi papá sufrió mucho, le afectó mucho a su salud, pero la vio renacer antes de fallecer. Con la crisis del 2001/2002, quedé sin trabajo en la empresa en la que trabajaba, y así de a poco me fui metiendo en la empresa. Tuve que ganarme mi lugar, no por mi padre, sino que más que nada por una cuestión de concepto, es decir, por no haber estado en la empresa.

CP: –Una vez que atravesaste todas esas barreras, ¿dirías que pudiste aportar con más valor al desarrollo que vino después para la empresa?

Luciana Mengo: -Creo que mi parte fue más que nada una visión menos contaminada porque, al haber trabajado en otras empresas, no haber estado desde cero en Silos Mengo, estar fuera de la fábrica y volver con nuevas ideas y querer aplicar lo que uno ve en otros lados. Uno trae otra visión, otra forma de ver.

CP: -¿Qué creés que necesita incorporar la típica PyME argentina para lograr dar ese salto a internacionalizarse, siendo que vos tuviste la experiencia esa?

Luciana Mengo: -La mayoría de las empresas en el rubro son ex empleados de otras marcas, que, hace 50 años o menos decidieron lanzarse solos. Muchos empezaron con un taller en sus propias casas, y allí fueron descubriendo de dónde viene el negocio, y hoy son marcas propias que han crecido un montón. Creo que lo primero que tenemos que hacer las nuevas generaciones es asumir el riesgo. Este país tiene muchísimo para darnos, es interminable lo que hay por hacer. El campo no se termina nunca, y nos da un montón de cosas. Dentro de estas cosas que nos da, es la posibilidad de andar, y creo que eso no te lo da ningún otro rubro. Hay tanto, tanto por hacer, que ningún otro rubro te da la posibilidad de verlo como este. Más de allá de que es mi rubro, creo que ningún otro rubro te invita a andar por el interior como lo hace el sector agroindustrial.

CP: –Estuviste acompañando en tu rol como presidenta de AFAMAC al gobernador Schiaretti en su recorrido por Europa y estuvieron recorriendo distintos Parques Industriales, ¿es correcto?

Luciana Mengo: -Exactamente. Me quedé totalmente sorprendida. No conocía esta realidad. El país vasco es un país que se reinventó hace 40 años, lo cual es re poco, teniendo encima en cuenta la antigüedad que tienen los países europeos. Fuimos invitados por el país vasco a través de varios sectores que desde hace un par de años vienen haciéndolo entre el gobierno de Córdoba y el gobierno del país. A través el sistema y la metodología del trabajo de desarrolla el país vasco, con la clusterización de empresas y con el cooperativismo. Vinimos a conocer de qué se trataba esto y estamos realmente sorprendidos, y creo que muchas cosas se pueden replicar en Córdoba.

CP: -¿Lo ves viable?

Luciana Mengo: -Sí. Córdoba hace 20 años que empezó con el sistema de clusterización, con el clúster de ciencia y tecnología. Se fue replicando en otros sectores como el clúster de gas, petróleo y minería. Creo que es un buen modelo para replicar dentro de la provincia de Córdoba. Por supuesto, que tenemos otra idiosincrasia, otra cultura que el país vasco. Somos una provincia que está insertada en un país que tiene una política federal, de gestión regional. En cambio, el país vasco es autónomo, independiente de España. Nosotros contribuimos a nivel nacional, no somos autónomos. Aportar lo que mejor hacen para todo el sector. Creo que es muy positivo.

Nosotros venimos trabajando desde hace mucho con grupos de exportación. Si bien competimos entre nosotros, nos juntamos para hacer inteligencia comercial y poder abrir nuevos mercados, siendo competencia entre nosotros.

CP: -¿Cuándo asumiste como presidenta de AFAMAC?

Luciana Mengo: -Asumí hace un año. Llevo un año y algunos meses de gestión. Nosotros tenemos una licitación estratégica, realizada con toda la comisión directiva y los asociados. La realizamos cada año. Más allá de aquellos objetivos, el mío propio, en cuanto a mi gestión, una visión más bien de formación educativa. Mi objetivo es poder recuperar el amor por el oficio.

CP: -¿Hablás de los recursos humanos laborales dentro de este sector?

Luciana Mengo: -En oficio. El amor por el oficio. Creo que hay muchísimo por hacer y que toda aquella persona que pueda formarse en algún oficio en particular tiene mucho para aportar para la industria. En el interior del país, al nivel nacional, creo que tenemos muchísimas escuelas técnicas que las estamos desaprovechando. Elaborar un proyecto que nos incluya a todos, federalizar la formación en oficio y generar trabajo genuino. Hoy, las empresas que estamos en la provincia de Córdoba tenemos un déficit en Recursos Humanos muy alto. Hay un montón de programas que nacieron que te dan la posibilidad de equiparse con la mejor tecnología, que son: calificando en un año o dos, tenés todas las herramientas que querés en tu fábrica. Ahora, los Recursos Humanos no lo formás en un año. Es un proyecto a largo plazo.

CP: -¿Por qué creés que es tan difícil llevar adelante lo de formar personas para un oficio, atraer jóvenes para aprender y con ganas de trabajar?

Luciana Mengo: -Creo que el oficio ha sido dejado de lado porque le han ganado otros tipos de entusiasmos que tienen los jóvenes con carreras más cortas, orientadas al diseño u otras cosas que ofrecen institutos terciarios. También, creo que los secundarios técnicos han abandonado un poco su pasión por la formación. No sé realmente cuál habrá sido la causa. Es una cuestión que la hemos hablado un montón porque, al ser transversal a otros rubros, nos preocupa a todos. Creo que hay que volver a reconciliarnos con la palabra oficios; no es una mala palabra. Tener un oficio no significa que alguien te va a explotar para beneficio propio. Es una manera muy noble de tener un trabajo que es genuino, cuando no tenés la posibilidad de ser ingeniero. Yo creo que la mano de obra calificada es el futuro. Cualquier persona joven que no sepa qué hacer, es importante que sepa que tiene esa posibilidad. En Río Tercero, muchas secundarias técnicas han tenido sus canteras. De allí, han salido un montón de personas con especialidades en distintos oficios. Pero siempre que pensemos que un oficio o tener una formación académica terciaria va a servir para que unos pocos se sirvan, no es así. Creo que hay que cambiar ese concepto, e invitar a todos, chicas y chicos, a que se acerquen a esta formación que es hermosa. Entrar a una industria hoy, que tiene equipos láser, con tecnología, se maneja todo de forma digital. Ya no se necesita la fuerza bruta para trabajar en el sector, porque hay un montón de herramientas que te acercan. Un montón de chicas podrían trabajar en esto, que nos enorgullecería. Falta bajar esta información a los jóvenes.

CP: -¿Cómo fue el proceso de incorporar a otras mujeres en la industria y cómo las ves vos?

Luciana Mengo: -Somos un montón por suerte. Creo que hay muchas más que no se animan a participar.

CP: -¿Por qué creés que no se animan?

Luciana Mengo: -Porque las mujeres tenemos un multitasking incorporado que, por ahí, no nos ayuda mucho, como los roles de madre, donde, capaz, la formación que tenemos nos da un poco de culpa el abandonar ese rol para dedicarnos a otras cosas. Capaz piensan que es difícil de participar o que no van a tener espacio. No hay que pedir tanto permiso para ocupar un espacio, hay que ir y hacerlo. Capaz también las mujeres pensamos que no podemos equivocarnos, pero todos nos podemos equivocar.