La asesinó y escondió el cuerpo en una valija: el atroz femicidio de una influencer

Ekaterina Karaglanova tenía 24 años, era médica y una instagramer exitosa en las redes sociales con su cuenta “Katti loves life”. Sus padres fueron a Moscú preocupados porque no respondía los llamados. La hallaron asesinada en su departamento, dentro de una valija. 

Los casi 90 mil seguidores que tenía al momento del femicidio no entendieron por qué, de pronto y sin previo aviso, había dejado de subir posteos. Había desaparecido del mundo virtual desde hacía varios días. Su último post había sido el 22 de julio, en la isla griega de Corfú. Sobre una reposera blanca y con fondo de pileta, Ekaterina posaba arrodillada con un vestido de encaje negro.

A sus padres también les llamó la atención no poder contactarla por teléfono. Como no podían comunicarse de ninguna manera con ella decidieron ir a Moscú. Buscaron al propietario del departamento que alquilaba y fueron los tres juntos con un juego de llaves extra. Era el viernes 26 de julio de 2019 y hacía casi una semana que no sabían nada de ella.

Llegaron al edificio de la calle Pyr’yev, en la zona oeste de Moscú, subieron a la vivienda y abrieron la puerta. En los primeros segundos nada les llamó mucho la atención. Todo parecía ordenado y limpio, pero avanzando sobre el pasillo, la gran valija de Ekaterina tenía una forma extraña. Fue ahí que notaron que dos piernas sobresalían.

Los comunicados oficiales dijeron que el cuerpo tenía múltiples heridas de arma blanca, incluido un profundo tajo en la garganta. Estaba desnuda a excepción de un portaligas negro. La policía no encontró allí el arma homicida, ni la ropa manchada, ni descubrió rastros de pelea. La valija era la misma que Ekaterina había empezado a empacar para su viaje de cumpleaños, para su escapada con un nuevo amor.

Las cámaras de vigilancia, que recolectó luego la policía, mostraban a un hombre con un saco celeste y una gorra visitando el edificio en los días posteriores a la desaparición de la joven.

LLevaba unos llamativos guantes de cuero y un carry on metálico perteneciente a Ekaterina. Enseguida fue identificado: era su reciente ex novio, Maxim Garayev, de 33 años, un especialista y estudioso de Internet.  Lo encontraron en una ciudad cercana y fue llevado a declarar. Poco tiempo antes y frente a sus amigos, Ekaterina había definido a su ex como un “depredador”.

Él, aseguró haberla atacado luego de que ella lo insultara y lo humillara mientras tenían sexo. Y relató el horror sin mostrar ninguna emoción: “Ofendió mi virilidad y me ofendió sobre mis posibilidades financieras (…) Me dijo que era feo y que no me compondría ni una cirugía plástica (…) que me iba a llevar un año ahorrar dinero para volvernos a encontrar (…) No pude soportarlo, no me contuve. Perdí el control. Agarré un cuchillo de la cocina. Ella se dio vuelta y la apuñalé en el cuello. Trató de escapar hacia el baño para encerrarse. La empujé fuera del baño y la acuchillé en el pecho y en el cuello al menos cinco veces más (…)”.

Luego dijo que estaba arrepentido. Y, agregó frente a los investigadores, que él le daba dinero porque ella era una prostituta que cobraba 158 dólares la hora. El hombre sostuvo que el crimen no había sido planificado, que había sido algo “espontáneo”, que “había perdido el control”. Pero luego de apuñalarla, Maxim quemó la ropa y limpió la escena.

El público y sus fans pedían justicia. Sus compañeros de facultad salieron a contar que Ekaterina había estado siendo chantajeada por alguien que les enviaba fotos de ella desnuda. Los investigadores confirmaron esa información y agregaron que la joven se prostituía para costear su vida en Moscú y sus estudios. Y que alguien la extorsionaba.

El asesino hoy está preso y la cuenta de Instagram de Ekaterina siguió sumando seguidores en estos dos meses: creció de 90 mil a los 115 mil seguidores. Su nombre en las redes era Katti_loves_life, es decir, “Katti ama la vida”.