Independiente no levanta cabeza y perdió en Rosario

Independiente agudiza su crisis: cayó en su visita a Rosario Central por la fecha 11 de la Liga Profesional. Sin presidente, sin DT, y en el fondo de la tabla.

Independiente perdió 1-0 con Rosario Central en el Gigante de Arroyito, por la undécima fecha de la Liga Profesional, en la previa del clásico con Racing y en medio de una gran crisis deportiva e institucional: sin presidente, sin director técnico y hundido en los últimos lugares de la tabla. Jaminton Campaz convirtió el único gol del partido.

Independiente en la cancha es un reflejo de lo que vive afuera del campo de juego, institucionalmente. Un equipo nervioso, desprolijo, que tiene pocos recursos y no logra explotarlos. Incluso, autodestructivo. La realidad es que tampoco liga. Cuando las cosas no salen, el azar no suele estar a favor.

En el Rojo parece que nada es suficiente, que nunca alcanza. Ni correr, ni meter, ni tocar, ni patear. Con Pedro Monzón, al igual que con Leandro Stillitano, se acostumbró a la urgencia, a tener que remontar, a la intranquilidad.

Y así, fecha tras fecha el panorama es cada vez más preocupante, porque Independiente ganó un solo partido en el torneo y está 25 de 28, con solo 9 puntos. Y el descenso por tabla anual empieza a acechar.

Cuando los de Avellaneda juegan de visitante, el semblante, al menos desde el inicio, es otro. Así, sin dominar pero sin sufrir, el Rojo redondeó unos correctos 23 minutos iniciales, hasta que se autoflageló: Elizalde la regaló en la salida, y Campaz, pared de por medio con Malcorra, aprovechó para ponerla contra un palo.

El gol descontroló a Independiente y Rosario Central lo capitalizó. En la segunda mitad del primer tiempo solo Rodrigo Rey mantuvo con vida al visitante con tres tapadas claves. Pero en el complemento el trámite fue cambiando con el correr de los minutos, porque el Canalla parecía tener todo controlado, pero el resultado seguía quedando corto.

Así, el encuentro se quebró en el medio y se transformó en un ida y vuelta en el que Independiente no lo empató de milagro, pero Central tampoco metió el segundo de casualidad. Sufriendo abajo pero empujando arriba el Rojo encontró el negocio.

Y sobre el final, Martín Cauteruccio encontró la igualdad, pero el VAR advirtió la posición adelantada y lo anuló. En el PT tampoco le habían convalidado un tanto al ex Aldosivi por offside, pero sin necesidad de la tecnología. La impotencia se volvió a adueñar de los jugadores del Rojo, y se notó en faltas zonzas sobre el final del partido. No hay caso, Independiente no tiene paz. Y se viene el clásico.

En la próxima fecha, Rosario Central visitará a Atlético Tucumán, mientras que Independiente disputará el clásico de Avellaneda con Racing, en el Libertadores de América.