Fernández dijo que el país “no quiere incumplir” y descartó un ajuste que “padecerían” millones

El presidente Alberto Fernández sostuvo hoy que el país no quiere “salir del mundo ni incumplir” sus obligaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y dijo estar convencido de que “la única forma de poder pagar y de poder crecer es a través de un desarrollo armónico” ya que un ajuste deja “afuera a millones de argentinos y los números cierran, pero lo que no cierra es la vida de los argentinos, que siguen padeciendo”.

El Jefe de Estado participó hoy del Gzero Summit Latin America 2021, un foro de debate sobre los desafíos y oportunidades de la región en el contexto de la pandemia y, en ese marco, brindó una entrevista en el que repasó su pensamiento sobre la economía global y local, el liderazgo político mundial, la negociación con el FMI y su relación con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.En sus primeros conceptos, el Mandatario insistió en la necesidad de aprender las lecciones derivadas de la pandemia de Covid-19, un fenómeno que “dejó muy en claro” la “desigualdad y la injusticia social en el mundo”.

“Quedó demostrado que ese capitalismo financiero que se impuso en las últimas décadas en el mundo sólo hizo millonarios a muy pocos, pero hizo a millones padecer la pobreza”, afirmó el Presidente y señaló la desigual distribución mundial de fármacos contra el coronavirus: “Lo digo yo que soy uno de los países que pudo acceder con más velocidad y con más facilidad a las vacunas, pero veo lo que hoy está pasando en África y eso da cuenta de la injusticia que el mundo vive”.

Pandemia, economía y desarrollo social fueron ideas que Fernández volvió a unir como partes de un mismo rompecabezas y llamó a responder al “imperativo ético de cambiar el mundo para hacerlo más igualitario, más equilibrado, más humano, que es lo que ha dejado de ser”.

En la entrevista realizada por el fundador de Eurasia Group, Ian Bremmer, el mandatario también fue consultado por las negociaciones por el pago de la deuda externa y, en ese pasaje, el Jefe de Estado dijo estar “convencido” de que “la única forma de poder pagar y de poder crecer es a través de un desarrollo armónico con industria que aumenta su producción, que esa producción se exporte y genere dólares para pagar la deuda”.

En ese sentido, subrayó que la Argentina no quiere “salir del mundo ni incumplir” obligaciones, pero criticó “la lógica de los que piensan que primero para pagar hay que ajustar la economía para que la economía funcione” y agregó que se trata del “capitalismo del descarte”.

“Ajustando dejamos afuera a millones de argentinos y los números cierran, pero lo que no cierra es la vida de los argentinos, que siguen padeciendo”, señaló.

También afirmó estar “muy seguro” del rumbo que deben tomar las negociaciones con el FMI y tener la certeza de que es “el mismo que quiere” la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

“Está claro que Cristina y yo en muchas cosas no pensamos igual, el que decide finalmente soy yo. (…) Ella se expresa como siempre se expresó y actúa como siempre actuó, lo que pasa es que ahora como no es la Presidenta cuando ella habla se lee de otro modo. Yo lo leo con la misma naturalidad que siempre la leí. Habló Cristina”, apuntó.

A la hora de dar su opinión respecto del accionar del organismo multilateral de crédito, el Mandatario recordó que en el FMI hay “una historia doctrinaria, ideológica, conceptual, que tiene mucho que ver con lo más rancio del neoliberalismo” pero afirmó que, tras la llegada de Kristalina Georgieva, por primera hay “una mirada más humanista que pretende cobrar lo que se le debe, pero que entiende que para cobrar no puede seguir aumentándose la pobreza”.

Sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo, Fernández dijo que la condición que pone el país es no ser “obligados a postergar más” el desarrollo nacional.

“No se puede persistir con las lógicas que se han aplicado hasta aquí. Con esas lógicas se le prestaron a la Argentina 44 mil millones de dólares a un país que ya no podía pagar sus deudas a los acreedores privados. Entonces, no tiene mucho sentido seguir aplicando esas lógicas y después venir a pretender cobrar eso reclamando ajustes o un esfuerzo que ya los argentinos no están en condiciones de hacer”, añadió.

En lo que respecta a la agenda geopolítica ponderó las figura del mexicano Andrés López Obrador y del brasileño Lula da Silva, elogió a Emmanuel Macron por haberse animado “a plantear que las licencias para las vacunas se conviertan en un bien global” y al estadounidense Joe Biden por manifestarse en el mismo sentido, pero no ocultó su admiración por el Papa Francisco, a quién calificó de “líder moral en el mundo”.

“Con él (por Francisco) sí me siento absolutamente identificado con lo que dice. Ese planteo de revisar el capitalismo, de entender que nadie se salva solo”, dijo y aclaró que, a pesar de ser “un católico, pero no muy profesante” valora “ese discurso moral” del Pontífice.

También fue consultado sobre las repercusiones de la Cumbre climática de Glasgow y destacó que el presidente Biden esté “impulsando y tomando la delantera” en una agenda ”que parecía en tiempos de Trump abandonada”.

Sobre el rol que puede jugar China, tanto en la cuestión climática como en los restantes asuntos mundiales, Fernández señaló a Beijing como “un actor de este presente”, en el que “hay una disputa claramente geopolítica con los Estados Unidos” y señaló la necesidad de evitar una nueva bipolaridad como la que en su momento se vivió entre Washington y Moscú.

“El mundo debe evitar esa bipolaridad. Yo he hablado de esto más de una vez con líderes europeos como Macron y Merkel, siempre planteando la idea de que, por ahí, si Europa y América Latina tejen un eje fuerte, es posible que eso se diluya”, apuntó.

Respecto del posicionamiento argentino en esa disputa, el Presidente se mostró contrario a la idea “de que se está con China o con Estados Unidos”.

“Nosotros tenemos muchos lazos con Estados Unidos y muchos lazos crecientes, más nuevos, con China. Y son lazos respetables todos, y yo que siempre me declaro casi un europeísta cuido mucho los vínculos con Europa porque me parecen muy importantes. Lo que debemos evitar por todos los medios es entrar en una nueva disputa”, concluyó.