El petróleo se desplomó en los mercados mundiales por el coronavirus

Se trata de la caída más fuerte desde 1991, durante la guerra del Golfo y son los precios más bajos de la última década.

El petróleo, un insumo y un precio clave de la economía mundial, se desplomó este domingo por la noche en los mercados mundiales a raíz del fracaso de las negociaciones entre los principales miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), para renovar el acuerdo de cuotas de producción que vence a fines de marzo.

Mientras la OPEP proponía realizar un recorte adicional de 1,5 millones de barriles de producción por día, para contener la fuerte caída que se viene dando casi sin interrupciones desde enero, los representantes de Arabia Saudita no estuvieron de acuerdo en volver a limitar su nivel de producción, actualmente en 9,7 millones de barriles diarios. Incluso se especula que Arabia podría aumentarlo hasta 30%, a más de 12 millones de barriles diarios.

Eso, sumado a la fuerte caída de la demanda mundial por el impacto del coronavirus, hizo que el precio del West Texas Intermediate (WTI, una variedad de la costa oeste de EEUU) cayera un 23%, a 32 dólares el barril, y el Brent (variedad del mar del Norte) cayera más de 29%.

Se trata de los precios más bajos de los últimos diez años, pero podrían caer aún más. Según el banco de inversión Goldman Sachs, el precio del petróleo podría bajar a hasta 20 dólares el barril si a partir del primero de abril los países productores inundan el mercado.

A mediados de 2008, antes de la crisis de las hipotecas y la crisis financiera que luego envolvió a prácticamente toda Europa, el precio de las variedades más caras de petróleo había superado los 150 dólares el barril, casi cinco veces los precios actuales.

El probable aumento de la producción global se da en un contexto de colapso de la demanda. Las importaciones de China han caída masivamente y la fortísima reducción en el transporte internacional de cargas y de pasajeros, uno de los sectores de mayor demanda de combustible, no tiene por el momento perspectivas de reversión.

En los últimos años, además, el fuerte aumento de la producción norteamericana de petróleo “no convencional”, ha reducido las importaciones de EEUU que no es miembro de la OPEP.